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LA AMADA ESPERANZA TERRESTRE

LA REALIDAD SOBRE LA ESPERANZA TERRESTRE

15 de mayo de 2012

 

 

    Analicemos la “supuesta” esperanza terrestre comenzando desde el día inmediatamente después de “la guerra del gran día del Dios Todopoderoso” en Armagedón cuando todos los enemigos de Dios han sido aniquilados y Satanás y su hordas han sido temporalmente aprisionados —Basados en el entendimiento presente de la Sociedad sobre cómo ocurrirán los eventos. (Si nota errores en la descripción de esta suposición de la Sociedad, por favor déjenoslo saber y haremos las correcciones inmediatamente.)

 

    La tierra ha sufrido un trastorno monumental. Grandes terremotos “en un lugar tras otro” y otros desastres naturales y sobrenaturales and devastado el panorama. Todos los gobiernos ya no existen, incluyendo toda su infraestructura. Todos los inicuos y aquellos que reusaron escuchar y obedecer el mensaje que predican los Testigos de Jehová han perecido. De los 8 mil millones de personas en el planeta, solo 8 millones sobreviven —todos fieles Testigos de Jehová y sus estudiantes progresivos.

 

    Aunque el mar puede que se haya llevado muchos de los 7.993 mil millones de muertos, las calles están llenas de cadáveres humanos, especialmente las calles de las ciudades —en la proporción de 1,000 personas muertas por cada uno que está vivo. Las bestias del campo se están volviendo mansas y no son un riesgo para los humanos; pero las aves de los cielos han venido a participar del gran banquete de carne humana. ¡Qué espectáculo!

 

    La infraestructura de los gobiernos no existe, y todos los negocios no funcionan ya que prácticamente todos los empleados a perecido. Las carreteras están bloqueadas con carros abandonados y edificios derrumbados, y los únicos medios de comunicación tal vez seas los radios de banda ciudadana. De todas maneras, los sobrevivientes instintivamente se reúnen en sus Salones del Reino locales para recibir instrucciones.

 

    Los 144,000 han sido perfeccionados instantáneamente y milagrosamente saben cómo gobernar sobre el pueblo de Dios. Ahora están reinando invisiblemente en los cielos con Cristo Jesús. Están ocupados nombrando a los representantes terrestres conocidos como “príncipes” que de alguna manera oirán las instrucciones de los reyes y sacerdotes invisibles para establecer una representación terrestre del gobierno celestial. Aunque parece que este es el mismo arreglo que ya tenían antes de Armagedón, en el cual hombres en la tierra estaban dirigiendo al pueblo de Dios, se nos dice que de alguna manera este arreglo es diferente.

 

    La asignación de mayor importancia es limpiar todas las ruinas del viejo sistema de cosas. De acuerdo con las instrucciones de Dios, solo ciertas personas entre los sobrevivientes tienen autorización para tocar y remover los cuerpos muertos, así que la mayoría de los supervivientes solo puede evitar estas repugnantes y pútridas escenas. Lo que los consuela es el recuerdo de estos muertos voluntariosamente reusaron escuchar a la organización terrestre de Jehová.

 

    Los príncipes, lo más seguro, instruyen a los sobrevivientes para que viajen fuera de las ciudades a regiones no habitadas y comenzar a construir lugares de habitación. Al principio, la mayoría vivirá en tiendas hechas a mano mientras el proceso de reconstrucción da inicio. Se tendrán que hacer arreglos para suministrar alimentos y posiblemente primeros auxilios. Recuerde que una gran parte de los que pasen vivos serán niños, ancianos y enfermos. Aunque ya están en mundo sin la influencia de Satanás, sus necesidades diarias, incluyendo cuidado físico, tendrán que ser satisfechas a medida que alcanzan la perfección — ¡algunos haciéndose más viejos otros volviéndose más jóvenes, sucediendo simultáneamente!

 

    La tarea de reconstrucción es monumental en sí misma ya que los almacenes donde pudieran haber comprado los materiales están abandonados. Adicionalmente, el transporte de los materiales a los nuevos lugares de residencia se dificulta porque no hay camiones y las carreteras están obstruidas. Y una vez los materiales de construcción se hayan acabado, tendrán que arreglárselas ellos solos para talar y acerrar árboles, fundir clavos, tornillos y otras herramientas, cómo hacer concreto y otros materiales de construcción, y como acceder a las fuentes de energía. ¡Tremenda tarea para predicadores y maestros! ¡Los pocos entre ellos que lograron obtener alguna educación y aprendieron algún oficio sean valiosos!

 

    La tarea de limpiar las ruinas es mucho más complicada. ¿Adónde pondrán los materiales de desecho? ¿Cómo trasportaran las ruinas y basura a esos lugares? ¿Cómo los 7 millones de personas, que en su mayoría son mujeres, niños, enfermos y ancianos, diseminados por toda la tierra, serán capaces de remover las vastas ruinas de 8 mil millones de personas? La esperanza es que los enfermos, los ancianos, y los discapacitados sean restaurados a salud perfecta y puedan rendir ayuda.

 

    Además de construir sus propias viviendas; tienen que plantar jardines y transformar la tierra en un paraíso en preparación para la resurrección de los muertos —los que murieron antes de Armagedón. ¡De acuerdo con el Buró de Referencia sobre la Población, se estima que deberían resucitar unos 100 mil millones! La tierra tendrá que proveer vivienda y alimento para una población 15 veces más grande que la población actual. ¡Esto requerirá que una enorme administración de población y territorio.

 

    La mayoría de los que resuciten murieron si tener un “conocimiento exacto” de Dios. Así que, los sobrevivientes tendrán que conducir una campaña masiva de educación. Los habitantes resucitados vendrán con sus viejas personalidades y hábitos y ellos, también, tendrán que alcanzar la perfección. Este será una compleja para los sobrevivientes porque ellos también estarán tratando de alcanzar la perfección de sus propias personalidades. Y tendrán la responsabilidad adicional de explicar porque los resucitados no están en el cielo con Cristo. ¡La mayoría de ellos esperaban despertar en el cielo! ¡Aun hasta los que no eran cristianos!

 

    Puesto que los que resucitan ni se casan ni se dan en matrimonio, pertenecen por decirlos así a un tercer género —creaturas asexuales. Mucho de ellos son sin lugar a dudas de enorme belleza lo cual convierte la situación en un reto para las creaturas con sexo. Así que tiene que haber una separación entre los 8 millones de creaturas sexuales que sobrevivieron Armagedón y los 100 mil millones de resucitados asexuales. De seguro tendrá que haber alguna manera de identificarlos para minimizar los problemas.

 

    Y por supuesto, solo tienen 1,000 años para hacer todo este trabajo —limpiar las ruinas, reconstruir ciudades, regenerar la tierra, y enseñar a las multitudes —así que, no es sino hasta el fin de los mil 1,000 años, si al caso, que pueden descansar un poco y disfrutar antes que Satanás y sus hordas sean soltados sobre los habitantes del paraíso para poner a prueba a la humanidad por una última vez.

 

    ¡Esta última prueba es bastante severa —otra gran guerra! Satanás consigue engañar a muchos de entre la humanidad y en poco tiempo tiene a los fieles acorralados. Pero fuego baja del cielo y devora a todos los enemigos. Finalmente, la maldad y el pecado han sido erradicados, y los nombres de los fieles entre ellos es finalmente escrito en el Libro de la Vida.

 

    ¡Finalmente, tienen delante de ellos una eternidad sin perturbaciones en la tierra bajo condiciones paradisiacas! Por supuesto, pueden ver el universo desde lejos —mediante telescopios y vehículos no tripulados— pero ellos tendrán que quedarse en la tierra. Ese es el gran propósito de Dios para ellos — ¡vida eterna en la tierra!

 

    ¡Mientras tanto, los ungidos, habiendo trabajado con Jesús en llevar a la humanidad a la perfección y habiendo escapado la segunda prueba por completo, están disfrutando personalmente del vasto universo, aun presentándose delante del rostro de Jehová! ¡Ellos tienen el privilegio de visitar todas las muchas mansiones del Padre, viajando a través de los sistemas planetarios, conociendo y relacionándose con nuevos tipos de creaturas, aprendiendo nuevos lenguajes, y experimentando nuevos panoramas y sonidos que los hombres terrestres no pudieran ni siquiera imaginarse! ¡Que grandes bendiciones recibe este grupo pequeño de 144,000!

 

    Pero los que están en la tierra tienen el privilegio de tener satisfechas todas sus necesidades. Nunca tendrán necesidad de nada o temor de nada. Sin lágrimas, sin dolor, sin llorar, sin morir. Tendrán abundancia de alimento y relaciones pacíficas, no entre la humanidad sino con el reino animal.

 

    Eventualmente el propósito original se habrá cumplido. La tierra será habitada por seres perfectos. Ya que el edicto de Dios fue ‘llenen la tierra y sojúzguenla’ (no desbordarla), llegará el momento en que la capacidad de la tierra para sostener cómodamente a seres humanos alcanzará su límite. En ese momento la habilidad de procrear cesará, y todas las creaturas sexuales y asexuales disfrutarán de asociación ilimitada. En ese tiempo, todos los humanos que alguna vez vivirán habrán nacido y alcanzado la perfección. ¡Ahora son los residentes permanentes de este bello planeta azul —para siempre! ¡Cuán bendecidos se deben sentir! ¿Pero lo son?

 

    Cuando consideramos lo que está verdaderamente envuelto en la hipotética esperanza terrestre, descubrimos, por completo, que no es una bendición. En verdad esta versión de los sucesos deja a la humanidad unicamente como obedientes ciudadanos de un zoológico bien adornado. ¡Con todas sus necesidades satisfechas, es cierto! pero sin poder marcharse. Encallados, sin poder salir de la tierra, por
toda la eternidad.

 

    El Padre continuará trabajando y creando nuevos mundos. Pero estas creaturas limitadas a vivir en la tierra nunca podrán experimentar nada más de lo que ofrece este pequeño planeta azul. Ya no podrán experimentar los retos de encontrar formas de mejorar y sostener sus vidas, porque todo lo recibirán regalado. No preguntamos cuanto tiempo pasaría antes de que los habitantes se pusieran inquietos y quisieran aventurarse fuera de su planeta perfectamente administrado. No preguntamos cuanto tiempo aceptarían su ambiente perfectamente controlado, especialmente una vez se den cuenta de
que sus hermanos en los cielos están teniendo incalculables experiencias. ¿Es este en verdad el plan de
Dios para la humanidad?

 

    ¡ABSOLUTAMENTE NO! Dios no le daría bendiciones inimaginables a solo 144,000 mientras que limitaría eternamente la experiencia de vida de 108 mil millones de sus hijos. ¡Dios no es parcial!

 

“Ante aquello, Pedro abrió la boca y dijo: “Con certeza percibo que Dios no es parcial, 35 sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto.” — Hechos 10:34-35

 

    Las bendiciones eternas que el Padre ofrece son iguales para TODOS. Él quiere que todas sus creaturas inteligentes lo encuentren y eventualmente lleguen a estar delante de su presencia. Sospechamos que su plan para nosotros tiene que ver con los muchos otros planetas y galaxias de nuestro universo y otros universos. O estos planetas ya están habitados o pronto lo estarán. De seguro, si Dios creó este planeta para ser habitado, él tiene planes similares para otros planetas. ¡Conjeturamos que los hijos celestiales que hayan sido perfeccionados serán los encargados y administradores en estas otras regiones habitadas!

 

    En cuanto a nuestro planeta, nuestro Padre tiene en verdad grandes planes para este. Los justos, como grupo, vivirán para siempre sobre ella bajo condiciones paradisiacas. Pero hay mucho más para nosotros como individuos. Consideremos la verdadera esperanza para la humanidad y el papel que desempeña la tierra en esa esperanza en el próximo artículo: La verdadera esperanza para la vida en la tierra.


    Apreciamos sus comentarios.

 

“Elaia Luchnia”

 

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