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LA AMADA ESPERANZA TERRESTRE

LA VERDADERA ESPERANZA PARA LA

VIDA EN LA TIERRA

15 de mayo de 2012

 

 

    Además, los bendijo Dios y les dijo Dios:


“Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra.

– Génesis 1:28


“Porque esto es lo que ha dicho Jehová, el Creador de los cielos, Él, el Dios [verdadero], el Formador de la tierra y el Hacedor de ella, Él, Aquel que la estableció firmemente, que no la creó sencillamente para nada, que la formó aun para ser habitada: “Yo soy Jehová, y no hay ningún otro”.

 – Isaías 45:18


    El salmista expresó el propósito eterno del Padre para el planeta tierra:


Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella.

– Salmos 37:29


    Y tal como los profetas percibieron, el Padre tenía planeado que la humanidad disfrutara de su tiempo
sobre la tierra en paz y en abundancia:

 

“Y él ciertamente dictará el fallo entre las naciones y enderezará los asuntos respecto a muchos pueblos. Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.”

– Isaías 2:4


“Y ciertamente edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán [su] fruto. No edificarán y otro [lo] ocupará; no plantarán y otro [lo] comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán a grado cabal. No se afanarán para nada, ni darán a luz para disturbio; porque son la prole [que está] compuesta de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos. Y realmente sucederá que, antes que ellos clamen, yo mismo responderé; mientras todavía estén hablando, yo mismo oiré.  ”El lobo y el cordero mismos pacerán como uno solo, y el león comerá paja justamente como el toro; y en cuanto a la serpiente, su alimento será polvo. No harán daño ni causarán ruina en toda mi santa montaña”, ha dicho Jehová.”

– Isaías 65:21- 25

 

    Aun Jesús enfatizó que es el propósito del Padre que personas de genio apacible moraran en la tierra:


“Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos. ”Felices son los que se lamentan, puesto que ellos serán consolados.  ”Felices son los de genio apacible, puesto que ellos heredarán la tierra. ”Felices son los que tienen hambre y sed de justicia, puesto que ellos serán saciados. ”Felices son los misericordiosos, puesto que a ellos se les mostrará misericordia.”

– Mateo 5:3-7


    Pero también nos dijo que el plan del Padre para sus hijos es más que vivir en la tierra:


“Felices son los de corazón puro, puesto que ellos verán a Dios. ”Felices son los pacíficos, puesto que a ellos se les llamará ‘hijos de Dios’. ”Felices son los que han sido perseguidos por causa de la justicia, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos.  ”Felices son ustedes cuando los vituperen y los persigan y mentirosamente digan toda suerte de cosa inicua contra ustedes por mi causa. Regocíjense y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos; porque de esa manera persiguieron a los profetas antes de ustedes.”

– Mateo 5:8-12

 

    La humanidad ha llegado a comprender que solo hay un Dios y Padre de toda las personas. La nación de Israel fue la nación que llevó la delantera en revelar el Dios de amor internacional. Lo que se necesitaba hacer después de eso fue la revelación de nuestra verdadera relación con el Padre:


"Porque la expectación anhelante de la creación aguarda la revelación de los hijos de Dios.  Porque la creación fue sujetada a futilidad, no de su propia voluntad, sino por aquel que la sujetó, sobre la base de la esperanza de que la creación misma también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación sigue gimiendo juntamente y estando en dolor juntamente hasta ahora."

– Romanos 8:19-22

 

    Jesús dio principio a esta revelación. Adicionalmente no enseño a referirnos a Dios como un Padre:


"Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera: ”‘Padre nuestro [que estás] en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra. Danos hoy nuestro pan para este día; y perdónanos nuestras deudas, como nosotros también hemos perdonado a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, sino líbranos del inicuo’. ”Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, su Padre celestial también los perdonará a ustedes; mientras que si no perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco perdonará su Padre las ofensas de ustedes.”

– Mateo 6:9-15


    De igual manera los apóstoles enfatizaron que los cristianos han de buscar la llamada celestial hacia arriba, aun diciendo que si tenemos esa actitud mental, deberíamos orar a Dios sobre eso y Dios nos mostrará la verdad de nuestra meta celestial:

 

"No que lo haya recibido ya, ni que ya haya sido perfeccionado, sino que prosigo para ver si también puedo asir aquello para lo cual yo también he sido asido por Cristo Jesús.Hermanos, todavía no me considero como si [lo] hubiera asido; pero hay una cosa en cuanto a ello: Olvidando las cosas que quedan atrás, y extendiéndome hacia adelante a las cosas más allá, prosigo hacia la meta para el premio de la llamada hacia arriba por Dios mediante Cristo Jesús. Nosotros, pues, cuantos somos maduros, seamos de esta actitud mental; y si ustedes se inclinan mentalmente de otro modo en sentido alguno, Dios les revelará la [actitud] mencionada."

 – Filipenses 3:12-15


    Está claro y sin ambigüedades que Jesús nos enseñó a continuar siguiéndolo hacia el cielo. (Juan 14:6)
En ningún lugar nos animan Jesús o alguno de sus apóstoles a perseguir una esperanza terrestre —ni siquiera el apóstol Juan los hace en el libro de Revelación. Si la verdad fuera que solo 144,000 de los 8 mil millones habitantes de la tierra irán al cielo, de seguro Jesús no lo hubiera dicho:

 

“No se les perturbe el corazón. Ejerzan fe en Dios, ejerzan fe también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De otra manera, se lo hubiera dicho a ustedes, porque voy a preparar un lugar para ustedes. También, si prosigo mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy también estén ustedes. Y a donde yo voy ustedes saben el camino.”

– Juan 14:1-4.


    ¡Si, Jesús nos lo hubiera dicho! Entonces ¿cuál es el propósito de Dios para tierra? El absolutamente quiere que la tierra florezca con gente justa. Quiere que la experiencia de la humanidad aquí en la tierra sea una vida productiva y gozosa. Pero llegaría el tiempo cuando el hombre completara su vida en la tierra y comenzara su ascensión al Padre en los cielos.

 

    La provisión para el hombre para vivir en la tierra continuará para siempre. Es su medio de crear hijos humanos de Dios en perspectiva. Mientras que las personas espíritus son creadas directamente en los cielos, solo aquí en la tierra nuevos hijos humanos de Dios son procreados y nacen.


“…porque, en la resurrección, ni se casan los hombres ni se dan en matrimonio las mujeres, sino que son como los ángeles en el cielo.”

– Mateo 22:30


    Pudiéramos comparar nuestra existencia al estado embrionario, y la liberación de nuestros cuerpos a vida espiritual como nuestro verdadero nacimiento. O pudiéramos compararnos a orugas que tiene que pasar por la etapa de encierro en el capullo antes de poder nacer como una mariposa. ¡El ejemplo de Jesús nos enseña la manera de envolvernos en el capullo para que después podamos volar! Tal como un abogado que asiste a la facultad de derecho. ¡Tenemos que salir de la escuela para ejercer la abogacía!

 

   Desde que Adán y Eva abandonaron su asignación, la humanidad ha estado en confusión respecto al propósito de Dios. Como resultado su comprensión de cosas espirituales esta torcido. Como lo expresó el apóstol Pablo, nuestro entendimiento esta “velado” (2 Corintios 3:15) Esta aparente separación de la humanidad del Padre ha resultado en error y pecado diversificado. No podíamos ver nuestra verdadera relación con Dios debido a nuestras conciencias culpables. Tratamos, a través de sacrificios de sangre, de cerrar la brecha, pero no fue posible:

 

“Porque, puesto que la Ley tiene una sombra de las buenas cosas por venir, pero no la sustancia misma de las cosas, nunca pueden [los hombres] con los mismos sacrificios que ofrecen continuamente de año en año perfeccionar a los que se acercan. De otro modo, ¿no habrían dejado de ofrecerse los [sacrificios], por cuanto los que rendían servicio sagrado, habiendo sido limpiados una vez para siempre, no tendrían ya ninguna conciencia de pecados? Al contrario, por estos sacrificios se hace recordar los pecados de año en año, 4 porque no es posible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados.”

– Hebreos 10:1-4


    Por medio de Cristo Jesús, nosotros los que hemos aceptado sus enseñanzas ya no tenemos conciencia del pecado, y como resultado, podemos ver las promesas de Dios con un corazón limpio, claro habiéndonos quitado el velo, y posteriormente tener el privilegio de alcanzar una transformación celestial ‘de gloria en gloria:’

 

“Por lo tanto, dado que tenemos tal esperanza, estamos usando gran franqueza de expresión y no hacemos como cuando Moisés se ponía un velo sobre el rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista con intensidad en el fin de aquello que había de ser eliminado.  Pero sus facultades mentales fueron embotadas. Porque hasta este día presente el mismo velo permanece sin ser alzado durante la lectura del antiguo pacto, porque es eliminado por medio de Cristo. De hecho, hasta el día de hoy cuando se lee a Moisés, un velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando hay un volverse a Jehová, se quita el velo.  Ahora bien, Jehová es el Espíritu; y donde está el espíritu de Jehová, hay libertad. Y todos nosotros, mientras con rostros descubiertos reflejamos como espejos la gloria de Jehová, somos transformados en la misma imagen de gloria en gloria, exactamente como lo hace Jehová [el] Espíritu.”

– 2 Corintios 3:12-18

 

    Pero, para poder alcanzar la esperanza celestial, ¿quiere decir que tenemos que morir? Parece ser que en esta fase de nuestro desarrollo la respuesta más probable es que sí. Puesto que Jesús fue el primogénito de entre los muertos” (Colosenses 1:18), todos los que murieron antes que él estaban durmiendo en la muerte, esperando su resurrección. Pero después de la muerte de Jesús, se nos dice que en algún punto en el futuro, muchos de nosotros alcanzaremos la esperanza celestial como “en un abrir y cerrar de ojos.”


“Sin embargo, esto digo, hermanos: que carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni tampoco la corrupción hereda la incorrupción. ¡Miren! Les digo un secreto sagrado: No todos nos dormiremos [en la muerte], pero todos seremos cambiados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, durante la última trompeta. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán levantados incorruptibles, y nosotros seremos cambiados. Porque esto que es corruptible tiene que vestirse de incorrupción, y esto que es mortal tiene que vestirse de inmortalidad.”

– 1 Corintios 15:50-53

 

    No estamos seguros cuándo “la última trompeta” sonará, pero se nos asegura que entonces vendrá un tiempo en el que la muerte no será necesaria.


“Pero cuando [esto que es corruptible se vista de incorrupción y] esto que es mortal se vista de inmortalidad, entonces se efectuará el dicho que está escrito: “La muerte es tragada para siempre”. “Muerte, ¿dónde está tu victoria? Muerte, ¿dónde está tu aguijón?.” El aguijón que produce muerte es el pecado, mas el poder para el pecado es la Ley.”

– 1 Corintios 15:54-56

 

    Entonces se cumplirá la promesa en Revelación: 


“Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.”

– Revelación 21:4


    Cuando se nos dice que la muerte no será más, no quiere decir que ya no nunca saldremos de la tierra. Más bien, esto significa que en vez de experimentar inconciencia debido al sueño de la muerte, seremos transformados “en un abrir y cerrar de ojos.” Y no experimentaremos ningún dolor o sufrimiento. Imagínese que usted supiera que cuando un ser querido fuera transformado y se “vistiera de incorruptibilidad,” estuviera alcanzando la esperanza celestial. ¿Lloraría de desconsuelo? No lo haría por tristeza. Sería como si este ser querido se fuera de viaje. Aunque de seguro lo echaría de menos, estaría seguro de volverían a juntarse en el futuro cuando usted mismo fuera transformado.

 

    Basados en lo que podemos discernir de las Escrituras, parece ser que en algún momento en el futuro, así es como la humanidad partirá del planeta tierra. Pero tenemos mucho trabajo que hacer y más tribulaciones que soportar a medida que los elementos inicuos de nuestro sistema de cosas llegan a su fin.

 

    No sabemos cómo las profecías en Revelación se cumplirán ni cuándo. Sospechamos que haya una gran pérdida de vidas humanas, así como también la necesidad de reconstruir y regenerar nuestro planeta. Pero dudamos que un Padre amoroso destruya 8 mil millones de personas en favor de 7 millones. ¿Les haría usted eso a sus hijos? O ¿se lo haría a los hijos de sus vecinos?

 

    Además dudamos que un Padre amoroso pongan un programa de limpieza y trabajo de construcción tan masivo sobre los hombros de 7 millones después de numerosos desastres naturales y sobrenaturales, incluyendo enterrar o disponer de los cuerpos muertos de 7 mil millones de personas. También dudamos que el Padre organice la resurrección de 100 mil millones de almas para vivir en este pequeño planeta y compartir sus recursos cuando que aun ahora apenas puede sostener 7 mil millones.

 

    Por otra parte, sí sabemos que los cielos son ilimitados y ciertamente pueden albergar alojamiento de incontables miles de millones de humanos hijos de Dios. Note lo que dice: Revelación 5:11 – “miríadas de miríadas y millares de millares”; and Revelación 7:9 – “una gran muchedumbre que ningún hombre podía contar.”

 

    Y también dudamos que el Padre pusiera juntas a creaturas sexuales y creaturas asexuales en el mismo planeta, o abandonarnos aquí en el planeta tierra y no permitirnos la aventura de conocer y experimentar las maravillas de Sus vastas creaciones. Finalmente, enfáticamente dudamos que el Padre no quiera que estemos con él y que lo conozcamos personalmente y cara a cara.

 

    Si sabemos que tiene que haber un cambio en el sistema de cosas actual. Y creemos que tal cambio en vez de tardarse venga pronto. Pero escogemos demostrar la actitud de los esclavos fieles y discretos de la profecía de Jesús en Mateo 25:14-30, quienes no estaban preocupados por la hora en que su amo regresaría. Porque sin importar cuando regresara, el amo estaría complacido con todos los que estuvieran trabajando para “aumentar sus posesiones.” De hecho, mientras más se tardara el amo, más sería el aumento.

 

    Tomamos a pecho el consejo del apóstol Pablo y Timoteo:


“Finalmente, hermanos, cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de seria consideración, cuantas sean justas, cuantas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas.”

– Filipenses 4:8

 

    No sedemos a la ansiedad como aconsejó nuestro Amo:


Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas. Por lo tanto, nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes. Suficiente para cada día es su propia maldad.”

– Mateo 6:33-34


    Finalmente nos damos cuenta que hay muchas cosas que el Padre tiene reservadas para nosotros que no conocemos y que no podemos comprenderlas

 

“Pero así como está escrito: “Ojo no ha visto, ni oído ha oído, ni se han concebido en el corazón del hombre las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman.”

– 1 Corintios 2:9


    No presumimos poder interpretar profecías. En vez de eso, mantenemos nuestra vista en el premio de la llamada hacia arriba, (Filipenses 3:14) sabiendo que cuando esta ocurra, estaremos en el lado favorable de los eventos. Con certeza, estaremos con Cristo en el paraíso celestial.”  (Lucas 23:43)


“El que tenga oído, oiga lo que el espíritu dice a las congregaciones: Al que venza, le concederé comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.”

– Revelación 2:7

 

    Oramos que todos nuestros visitantes re-examine su esperanza eterna. ¿Es vida eterna en el planeta tierra lo que usted de verdad quiere? Más importante aún, ¿fue eso lo que Jesús enseño? ¿O es esa simplemente la creencia pre cristiana de los hebreos antiguos? ¿Puede usted percibir que el Padre quiere que usted esté con El en el reino de los cielos? Todos concordamos que Jesús enseñó a sus seguidores del primer siglo que TODOS eran hijos de Dios con la esperanza celestial. Todos estamos de acuerdo en que todos los escritores bíblicos cristianos aceptamos igualmente su relación como hijos con Dios y tenían la expectativa de eternidad celestial. Pregúntese, ¿cuándo cambió este mensaje? ¿Cuándo fue que se cerró la puerta de entrada al reino de los cielos a la humanidad? ¿Quién la cerró? ¿Se hizo con base en las Escrituras?
   

    Creamos que una meditación seria y honesta sobre estas preguntas los guiará a la verdad. Ustedes son en verdad hijos del Dios vivo con un futuro eterno celestial en mira.

 

    Sus comentarios son bienvenidos.

 

“Elaia Luchnia”

 

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