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La transición hacia el Reino de los Cielos

POR ÚLTIMO ENVIÓ A SU HIJO

10 de abril 2013

 

    Cuando Jesús se acercaba al fin de su ministerio, cada vez más enseñó por medio de parábolas. Las parábolas permiten alcanzar a toda clase de personas. Estimulan la imaginación, evitan la discriminación y promueven el pensamiento crítico. Le permiten al maestro presentar nuevas y sorprendentes verdades mientras que al mismo tiempo evitan en gran medida la controversia y los choques contra la tradición y la autoridad establecida. Por lo tanto, al tratar con los líderes religiosos de corazón duro de su tiempo, Jesús usó parábolas para exponer su error y revelar su mala intención.

 

    iaron su autoridad (Mateo 21:23), él les dio la parábola que nosotros llamaremos la Parábola del Amo de Casa Ausente. Dice así:


““Oigan otra ilustración: Había un hombre, un amo de casa, que plantó una viña y la rodeó de una cerca y cavó en ella un lagar y erigió una torre, y la arrendó a cultivadores, y viajó al extranjero. Cuando llegó la época de los frutos, envió sus esclavos a los cultivadores para conseguir sus frutos. Sin embargo, los cultivadores tomaron a sus esclavos, y a uno lo golpearon severamente, a otro lo mataron, a otro lo apedrearon. De nuevo envió a otros esclavos, más que los primeros, pero a estos les hicieron lo mismo. Por último envió su hijo a ellos, diciendo: ‘Respetarán a mi hijo’. Al ver al hijo, los cultivadores dijeron entre sí: ‘Este es el heredero; ¡vengan, matémoslo y consigamos su herencia!’. De modo que lo tomaron y lo echaron fuera de la viña y lo mataron. Por lo tanto, cuando venga el dueño de la viña, ¿qué les hará a aquellos cultivadores?”. Le dijeron: “Por ser malos, traerá sobre ellos una destrucción mala, y arrendará su viña a otros cultivadores, que le darán los frutos a su tiempo”

- Mateo 21:33-41

 

    La parábola lleva la idea de que Dios preparó a un pueblo y permitió a ciertos hombres, los sacerdotes y ancianos, que los atienda y cuide. A través de los años, él envió a sus Profetas para mejorar espiritualmente al pueblo, pero estos cuidadores rechazaron a los profetas, matando a muchos de ellos. Cuando llegó la última temporada de la cosecha, la cual corresponde a la venida de Jesús para perfeccionar a su pueblo, aquellos que habían sido designados como cuidadores se rehusaron a reconocer la autoridad del hijo de Dios sobre su pueblo, y en su lugar estaban buscando la manera de matarlo, de “conseguir su herencia” y mantener el poder y el control.


    Los celos por la herencia siempre parecen ser la razón detrás del antagonismo espiritual. Lo hemos visto en el caso de Cain y Abel (Genesis 4:1-8), en el caso de Isaac e Ismael (Genesis 21:8-10), y en el caso de Jacob y Esau (Genesis 27:41). También vemos una similar controversia entre las Tribus del Norte y del Sur de Israel y Judá. Y en el día de Jesús, la controversia fue entre Jesús y los líderes religiosos. ¿Quién era el cuidador que le correspondía al Pueblo de Dios? ¿Quién tenía la autoridad de hablar y enseñar en el nombre de Dios?

 

    Cuando los sacerdotes y los ancianos del Día de Jesús escucharon la parábola, ellos supieron exactamente a lo que Jesús se estaba refiriendo:


“Pues bien, cuando los sacerdotes principales y los fariseos hubieron oído sus ilustraciones, se dieron cuenta de que hablaba de ellos.”

– Mateo 21:45

 

    Sí, esos hombres estaban bien al tanto de su propia historia. Ellos también sabían cómo sus predecesores habían maltratado a los profetas. Y ellos también sabían que estaban a punto de ser culpables de la misma ofensa, pero esta vez, iban a matar al hijo. ¿Y por qué motivo? Celos. Ellos querían conseguir la herencia. Querían los “frutos” – el pueblo de Dios- para ellos mismos.

 

    Fieles a su propósito, de hecho, mataron a Jesús. Y el resultado para ellos fue el mismo que el que se mencionó en la parábola. Jesús les dijo:


“Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella..., ¡cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne sus pollitos debajo de sus alas! Pero ustedes no lo quisieron. ¡Miren! Su casa se les deja abandonada a ustedes”

– Mateo 23:37-38

 

    A pesar de sus esfuerzos, Jesús comenzó a “cosechar el fruto”. La gente que estaba correctamente dispuesta a servir al Padre fue separada de las sinagogas y se unió a Jesús y sus apóstoles. A Jesús le fue dada legítimamente la herencia. Sólo él tenía la autoridad para dirigir las ovejas de Dios. Como escribió Pablo:


“Dios, que hace mucho habló en muchas ocasiones y de muchas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas, al fin de estos días nos ha hablado por medio de un Hijo, a quien nombró heredero de todas las cosas, y mediante el cual hizo los sistemas de cosas”  

– Hebreos 1:1-2

 

    Sí, en el fin de los días, el Padre envió a su hijo.


Jesús Sigue Siendo La Cabeza Activa De La Congregación De Dios

 

    Aunque los “principales sacerdotes y ancianos” habían matado a Jesús, Dios lo resucitó. Esto no se puede negar.


“A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos”

– Hechos 2:32

 

    Solo él es la cabeza de la congregación Cristiana:


“Pero quiero que sepan que la cabeza de todo varón es el Cristo; a su vez, la cabeza de la mujer es el varón; a su vez, la cabeza del Cristo es Dios”

– 1 Corintios 11:3

 

“Él también sujetó todas las cosas debajo de sus pies, y lo hizo cabeza sobre todas las cosas en cuanto a la congregación, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que llena todas las cosas en todos.”

– Efesios 1:22-23


“Antes bien, hablando la verdad, por el amor crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, Cristo.”

– Efesios 4:15


“También, él es antes de todas las [otras] cosas y por medio de él se hizo que todas las [otras] cosas existieran, y él es la cabeza del cuerpo, la congregación”

- Colosenses 1:17-18


    Y nos ha dicho que Jesús no necesitaría sucesores:

 

“Además, muchos tuvieron que llegar a ser sacerdotes [por sucesión] porque la muerte les impedía continuar como tales, pero él, por cuanto continúa vivo para siempre, tiene su sacerdocio sin sucesores. Por consiguiente, él también puede salvar completamente a los que están acercándose a Dios mediante él, porque siempre está vivo para abogar por ellos.”

– Hebreos 7:23-25


    Sí, Jesús sigue siendo la cabeza activa del pueblo de Dios, el único que tiene la autoridad sobre la congregación Cristiana de los hijos de Dios.

 

    Sin embargo algunos dicen que cuando Jesús retornó a los cielos, nombró a algunos hombres para que actúe en su nombre – para ser el “canal de Dios” en la congregación Cristiana. ¿Qué dice la Biblia acerca de eso?


    Lo que sí dice la Biblia es que Jesús nombró a sus seguidores a ser embajadores en sustitución por él:


“Pero todas las cosas vienen de Dios, que nos ha reconciliado consigo mediante Cristo y nos ha dado el ministerio de la reconciliación, a saber, que Dios mediante Cristo estaba reconciliando consigo mismo a un mundo, no imputándoles sus ofensas, y nos ha encomendado la palabra de la reconciliación. Somos, por lo tanto, embajadores en sustitución de Cristo, como si Dios estuviera suplicando mediante nosotros. Como sustitutos por Cristo rogamos: Reconcíliense con Dios”

- 2 Corintios 5:18-20

 

    Pero, somos embajadores del reino, no de Dios mismo. ¡Hay una diferencia! A los Embajadores de Cristo les han dado el ministerio para ayudar a otros a reconciliarse con Dios para entrar al reino de Dios en la tierra – la hermandad espiritual de Cristo. Somos ministros, no amos de la fe de nadie – ni del mundo ni desde luego tampoco de nuestros hermanos:

 

“Mas ustedes, no sean llamados Rabí, porque uno solo es su maestro, mientras que todos ustedes son hermanos. Además, no llamen padre de ustedes a nadie sobre la tierra, porque uno solo es su Padre, el Celestial. Tampoco sean llamados ‘caudillos’, porque su Caudillo es uno, el Cristo. Pero el mayor entre ustedes tiene que ser su ministro. El que se ensalce será humillado, y el que se humille será ensalzado.”

– Mateo 23:8-12


“No que seamos nosotros amos sobre la fe de ustedes, sino que somos colaboradores para su gozo, porque es por [su] fe que están firmes”.

– 2 Corintios 1:24


    Entonces, no se puede decir que los embajadores en sustitución por Cristo son el “Canal de Dios”. Como embajadores, promovemos el reino como es. No pretendemos hablar en nombre de Dios o hacer nuevas leyes. Promovemos las leyes ya existentes.


Ministros del Conocimiento Exacto del Cristo

 

    La biblia también nos dice que Jesús dio ciertas “dádivas en hombres”:


“Y dio algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores, algunos como pastores y maestros, con miras al reajuste de los santos, para obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo, hasta que todos logremos alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento exacto del Hijo de Dios, a un hombre hecho, a la medida de estatura que pertenece a la plenitud del Cristo; a fin de que ya no seamos pequeñuelos, aventados como por olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza por medio de las tretas de los hombres, por medio de astucia en tramar el error.”  

– Efesios 4:11-14

 

    Estos hombres son ministros del “conocimiento exacto del Hijo de Dios” que promueve una “unidad” en la fe. Ellos están para predicar y enseñar las cosas que Jesús enseñó – nada más. Mucho de lo que Jesús enseñó se registra en los libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, aunque se nos informa que muchas otras cosas que Jesús enseñó no están contenidas en la Biblia.


“Hay, de hecho, muchas otras cosas también que Jesús hizo, que, si se escribieran alguna vez en todo detalle, supongo que el mundo mismo no podría contener los rollos que se escribieran.”

– Juan 21:25


    Pero hasta que se proporcione una revelación adicional de las enseñanzas de Jesús, las cosas que tenemos que enseñar están contenidas en los libros de la Biblia. Por lo tanto, todo el banquete de “platos con mucho aceite” ha sido entregado en el primer siglo por el mismo Jesús. Cualquier “nueva luz” sería un mayor entendimiento en lo que ya se haya enseñado, no una nueva enseñanza.

 

    Esto nos ayuda a entender el rol de aquellos que toman el liderazgo en la congregación Cristiana. Todo lo que ellos enseñen que tenga implicancias en la salvación debe ser apoyado por las Escrituras. Las ideas que se originen de sus propios pensamientos, que pueden expresarse como pensamientos de hombres, no deben ser presentadas como nuevas enseñanzas de Jesús o de Dios de tal manera que el hecho no guardar o mantener las verdaderas enseñanzas de Jesús afecta a la reputación de una persona delante de Dios. Jesús condenó ese tipo de arrogancia:


“En respuesta, él les dijo: “¿Por qué traspasan ustedes también el mandamiento de Dios a causa de su tradición? Por ejemplo, Dios dijo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’; y: ‘El que injurie a padre o a madre termine en muerte’. Pero ustedes dicen: ‘Cualquiera que diga a su padre o a su madre: “Todo lo que tengo por lo cual pudieras sacar provecho de mí es una dádiva dedicada a Dios”, no debe honrar de ningún modo a su padre’. Y así ustedes han invalidado la palabra de Dios a causa de su tradición. Hipócritas, aptamente profetizó de ustedes Isaías, cuando dijo: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy alejado de mí. En vano siguen adorándome, porque enseñan mandatos de hombres como doctrinas’”

– Mateo 15:3-9

 

    Cuando los hombres sustituyen con sus propias ideas las claras y abiertas enseñanzas de Jesús, están traspasando e invalidando las enseñanzas de Jesús. Por ejemplo, como se señaló anteriormente, Jesús enseñó:


“Mas ustedes, no sean llamados Rabí, porque uno solo es su maestro, mientras que todos ustedes son hermanos. Además, no llamen padre de ustedes a nadie sobre la tierra, porque uno solo es su Padre, el Celestial”  

– Mateo 23:8-9


“No obstante, a cuantos sí lo recibieron, a ellos les dio autoridad de llegar a ser hijos de Dios, porque ejercían fe en su nombre; y ellos nacieron, no de sangre, ni de voluntad carnal, ni de voluntad de varón, sino de Dios”

– Juan 1:12-13


    No obstante, cuando los hombres enseñan que sólo 144.000 son los hermanos y el resto son amigos, o que Dios es el Padre de sólo 144.000 y amigos el resto, ellos están traspasando e invalidando las claras y abiertas enseñanzas de Jesús.

 

    Jesús también enseñó:


“Jesús les dijo: “Muy verdaderamente les digo: A menos que coman la carne del Hijo del hombre y beban su sangre, no tienen vida en ustedes. El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día”.

– Juan 6:53-54

 

    Pero cuando los hombres enseñan que sólo 144.000 pueden comer y beber la carne y sangre simbólica de Jesús, están traspasando e invalidando las claras y abiertas enseñanzas de Jesús.


    Jesús enseñó:

 

”Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. Y todas las naciones serán reunidas delante de él, y separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha, pero las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo.”


“Entonces dirá, a su vez, a los de su izquierda: ‘Váyanse de mí, ustedes que han sido maldecidos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.”

– Mateo 25:31-34, 41


    Pero como los hombres que enseñan que muchos de aquellos aprobados por Dios no heredan el reino, pero pueden vivir en la tierra como una tercera opción, están traspasando e invalidando las claras y abiertas enseñanzas de Jesús.

 

    Pero como los hombres que enseñan que muchos de aquellos aprobados por Dios no heredan el reino, pero pueden vivir en la tierra como una tercera opción, están traspasando e invalidando las claras y abiertas enseñanzas de Jesús.

 

    Es lo mismo que la ilustración del “trigo y la cizaña”. (Mateo 13:24-30) Si el trigo son los Cristianos ungidos, quiénes son aquellos con la “esperanza terrenal”? Dónde hacen ellos alguna aparición? Jesus repetidamente ilustró sólo 2 destinos – vida en el cielo o muerte eterna. Él nunca presentó una tercera opción!

 

    Adicionalmente, Jesús enseñó:


Yo soy la puerta; cualquiera que entra por mí será salvo, y entrará y saldrá y hallará pastos.”

– Juan 10:9


Yo soy el pastor excelente, y conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí”

– Juan 10:14


“Jesús le dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí”.

– Juan 14:6


    Pero cuando los hombres claman ser “el camino” para la salvación o “el arca de la salvación” de forma que la única manera de ser salvos es estar asociados con dichos hombres, entonces ellos están traspasando e invalidando las claras y abiertas enseñanzas de Jesús. Cuando los hombres hacen ese tipo de cosas, como dijo Jesús, su adoración es en vano. (Mateo 15:9)

 

La Blasfemia a Jesús


    Realmente, aquellos que traspasan las claras y abiertas enseñanzas de Jesús y buscan tomar el lugar de Jesús como la cabeza de la congregación Cristiana son blasfemos. Están, por sus acciones, diciendo que Jesús no fue resucitado, que él no es un “sacerdote para siempre”, y que él ha abdicado su cargo a unos sucesores. Todas estas afirmaciones son mentiras y un gran deshonor, y una falta de respeto, a la autoridad de Jesús.

 

    Además, pretender ser el “canal” de Dios es una afirmación de que Jesús es irrelevante. Traspasa completamente a Jesús y equivale a decir que Jesús nunca vino y nunca dejó un mensaje a la humanidad. Mientras que Jesús dijo:


“Y Jesús se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra.”

– Mateo 28:18

 

    Y Pablo afirmó:


“Por esta misma razón, también, Dios lo ensalzó a un puesto superior y bondadosamente le dio el nombre que está por encima de todo [otro] nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los [que están] en el cielo y de los [que están] sobre la tierra y de los [que están] debajo del suelo, y reconozca abiertamente toda lengua que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el Padre.”

– Filipenses 2:9-11


    Por lo tanto, Dios mismo dio un paso atrás, por así decirlo, y permitió que su Hijo, Cristo Jesús, tome el rol principal. Si existiera un “canal”, sería un canal de Jesús y no de Dios. Sin embargo, sabemos que ya hay “un canal de Jesús”.

 

“Si ustedes me aman, observarán mis mandamientos; y yo pediré al Padre, y él les dará otro ayudante que esté con ustedes para siempre, el espíritu de la verdad, que el mundo no puede recibir, porque ni lo contempla ni lo conoce. Ustedes lo conocen, porque permanece con ustedes y está en ustedes.”

– Juan 14:15-17


    El Espíritu de la Verdad es el canal de Jesús por el cual él dirige a la congregación Cristiana de hoy.


“Tengo muchas cosas que decirles todavía, pero no las pueden soportar ahora. Sin embargo, cuando llegue aquel, el espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propio impulso, sino que hablará las cosas que oye, y les declarará las cosas que vienen. Aquel me glorificará, porque recibirá de lo que es mío y se lo declarará a ustedes. Todas las cosas que el Padre tiene son mías. Por eso dije que él recibe de lo mío y se [lo] declara a ustedes.”

- Juan 16:12-15

 

    Y el Espíritu nos enseña individualmente, no como un grupo:


“Y en cuanto a ustedes, la unción que recibieron de él permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les esté enseñando; antes bien, como la unción de él les está enseñando acerca de todas las cosas, y es verdad y no es mentira, y así como les ha enseñado, permanezcan en unión con él”

– 1 Juan 2:27


    Entonces, cuando los hombres pretenden ser el “canal de Dios”, están repudiando al Cristo y usurpando el rol del Espíritu de la Verdad. Ellos también niegan la autoridad del Espíritu y su habilidad para enseñarnos adecuadamente. Esta es una blasfemia imperdonable!

 

“Yo les digo, pues: Todo el que confiese unión conmigo delante de los hombres, el Hijo del hombre también confesará unión con él delante de los ángeles de Dios. Mas el que me repudie delante de los hombres será repudiado delante de los ángeles de Dios. Y a todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado; pero al que blasfeme contra el espíritu santo no le será perdonado”

– Lucas 12:8-10


    Si nos encontramos a punto de blasfemar en contra del Cristo o el Espíritu, debemos inmediatamente cambiar el rumbo antes de que endurezcamos nuestra forma de actuar de tal forma que nuestros corazones no nos permitan arrepentirnos y aceptar el perdón del Padre.

 

    Todos los que busquen el favor de Dios y ser una parte de su propósito eterno deben honrar y obedecer a su Hijo, Cristo Jesús, como cabeza de la congregación Cristiana. Se trata de vivir por medio del Espíritu y seguir su dirección divina, no las reglas y mandamientos de hombres que se glorifican ellos mismos y quienes retuercen las palabras espirituales de la vida hacia la corrupta Babilonia que causa desolación.

 

    Cuando los hombres se llaman a ellos mismos el “canal de Dios” están descaradamente interfiriendo con el arreglo de Dios. Trataremos de ilustrarlo con una parábola:

 

    Un anfitrión preparó un banquete para sus invitados. Ha preparado todo, los aperitivos, las entradas y los postres en una mesa de buffet e invitó a todos los comensales a tomar lo que ellos quieran mientras él se ocupaba de otros asuntos. Los invitados estaban agradecidos. Agradecieron y alabaron al generoso anfitrión. Pero algunos invitados querían los elogios para ellos, entonces decidieron usurpar el arreglo del buffet del anfitrión y se nombraron ellos mismos como mozos. Cuando se fue el anfitrión, ellos les contaron a los invitados que debían permanecer en sus asientos porque el anfitrión los habría colocado como mozos para servir el alimento que ellos elijan en el momento apropiado. No sólo eso, ellos presuntuosamente agregaron su propio condimento a algunos platos, y omitieron ingredientes en otros platos, y hasta algunos platos no fueron servidos. Si cualquier invitado requiriera algún otro plato, o rechace su nuevo arreglo, los mozos lo expulsarían directamente fuera del salón comedor.

 

    Ahora bien, cuando el verdadero anfitrión regrese para revisar a sus invitados, ¿qué piensa que él hará con aquellos autoproclamados “mozos”? ¿Les dirá “Bien hecho, esclavo bueno y fiel”? (Mateo 25:21) ¡No! ¿”Les nombrará sobre todos sus bienes?” (Mateo 24:47) ¡Difícilmente! Lo más probable es que diga “¡Nunca los conocí! Apártense de mí, obradores del desafuero.” (Mateo 7:23)

 

    No podemos esperar menos que eso para aquellos que hoy tratan de interferir con el banquete del Padre y la llamada del Espíritu:

 

“Y el espíritu y la novia siguen diciendo: “¡Ven!”. Y cualquiera que oiga, diga: “¡Ven!”. Y cualquiera que tenga sed, venga; cualquiera que desee, tome gratis el agua de la vida.”

– Revelación 22:17


    El banquete de alimento espiritual fue provisto por Jesús y reforzado por los escritores de la Biblia Cristiana en el siglo primero d.e.c. La Biblia ha sido desde entonces, y sigue siéndolo, el libro más ampliamente distribuido en el mundo. ¡Qué tonto para los hombres pensar que ellos pueden de alguna manera controlar toda esa comida espiritual y volverse el “único canal” para su distribución! ¡Figurativamente, el gato ya no está encerrado! ¡Ya le conocemos el truco!

 

    Todos los hijos pensantes del Padre deben alejarse de esos vinos de arrogancia, y tomar gratuitamente de “la fuente del agua de la vida” dada por medio del Espíritu. (Revelación 21:6)


    En verdad, como dice la Parábola del Amo de Casa Ausente, “por último” el Padre envió a su hijo. No hay otro “canal de Dios” más que el Hijo de Dios, Jesucristo. Y Cristo Jesús no tiene sucesor. Él está vivo y en buena condición, y conduce activamente a los hijos de Dios al reino de los cielos.


“Además, no hay salvación en ningún otro, porque no hay otro nombre debajo del cielo que se haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos”.

– Hechos 4:12


    Damos la bienvenida a sus comentarios.

 

“Elaia Luchnia”

 

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